Esta obra: “El gran teatro del mundo”, pertenece al
género del auto sacramental. La importancia de Pedro Calderón De la Barca en el
desarrollo de este género es de tal magnitud que su nombre va asociado
íntimamente a él. Los autos sacramentales son representaciones dramáticas en un
solo acto, de carácter alegórico marcando de manera notable la Eucaristía, Escribe Calderón de la Barca esta obra
alrededor de los años 1635-36 para representarse en las fiestas del Corpus Christi
en los atrios de las grandes iglesias.
En los autos sacramentales, Calderón
dramatiza conceptos propios de la teología católica convirtiéndolos en
personajes, por lo que al público le resultan más cercanos y reales. Escribió
unos ochenta, y los más conocidos son El gran teatro del mundo (1636) y La vida
es sueño (1670).
Estos autos aparte de tener un gran
valor literario cumplían la función de transmitir la teología al público en
general. En ellos se resumen todas las verdades esenciales del dogma y pensamiento
católico.
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